SIN HUMANOS

El sol tiembla,

y es que aquí

en esta montaña,

Guatemala se siente distinta.

Se percibe soberana

libre y valiente

así,

como me la enseñaron en escuela.

Vigilante,

hacedora de justicia

en las luchas propias

de la naturaleza.

Resurgente  ante los heridas

y pertrechos de basura.

Sencillamente pura.

Pura,

y sin humanos.

Y AHORA TÚ

Desenfrenada
fugaz  y necesaria.
La viajera
se desvío de su camino.

Emergente se hundió en este mar de piel
y convirtió a una fría madrugada de abril
en un amanecer de remedios
para los deseos e ilusiones secretas.

La conmoción provocada en las aguas,
los renglones torcidos
y las caricias siniestras.
Permitieron dejar a un lado
aquel trató de usted.

Usted viajera
usted humana
usted tranquila
usted dispone
usted ya sabe.

Y ahora tú
tú y tus ganas
tú y tu cuerpo
tú y tus risas.
tú, tú y tú
cruelmente tú
y drasticamente prohibida
en las sobriedades: TÚ.